jueves, 10 de noviembre de 2011

Descripción de lugares


El pozo es muy hondo y tiene un agua muy clara. Tiene un brocal de piedra verde y un arco de hierro forjado para la polea. La polea es de madera y pesa mucho. El cubo es también de madera, sujeto por aros de hierro, como las cubas, y chilla como una golondrina. Lo más importante del jardín del sol es el pozo.

Fábula


El Avaro Mercader

Erase un mercader tan avaro que, para ahorrarse la comida de su asno, al que hacía trabajar duramente en el transporte de mercancías, le cubría la cabeza con una piel de león y como la gente huía asustada,
el asno podía pastar en los campos de alfalfa.
Un día los campesinos decidieron armarse de palos y hacer frente al león.
El pobre asno, que estaba dándose el gran atracón, rebuznó espantado al ver el número de sus enemigos.
-Es un borrico! -dijeron los campesinos-. Pero la culpa del engaño debe ser cosa de su amo. Sigámosle y descubriremos al tunante.
El pobre asno emprendió la gran carrera hasta la cuadra del mercader; y tras él llegaron los campesinos armados con sus palos propinando tal paliza al avaro, que en varios días no pudo moverse. Al menos la lección sirvió para que aquel avaricioso alimentase a su asno con pienso comprado con el dinero que el fiel animal le daba a ganar.

Fábula


El Cabrito y El Lobo

Al salir la cabra de su establo encargó a su hijo el cuidado de la casa, advirtiéndole el peligro de los animales que rondaban por los alrededores con intención de entrar a los establos y devorar los ganados.
No tardó mucho en llegar el enemigo: ¡Un lobo horrible, amiguitos míos, un lobo!, que imitando la voz de cabra llamó cortésmente a la puerta para entrar.
Al mirar el cabrito por una rendija vio al feroz carnicero y, sin intimidarse le dirigió el siguiente discurso:
- Bien sé que eres nuestro mayor adversario y que, imitando la voz de mi madre, pretendes entrar para devorarme. Puedes marcharte, odiado animal, que no seré yo quien te abra la puerta.

Sigue el consejo de tus padres
y vivirás feliz toda la vida.

Descripción de lugares



Es la iglesia de Cuerva,que fue declarada Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento, en 1975.
La torre, de planta rectangular, fue levantada en los siglos XV-XVI y está situada al pie del templo.

Descripción de lugares


miércoles, 9 de noviembre de 2011

La ciudad


Esto era un niño pobre y feliz que se perdió en el inmenso bosque de calles y edificios de una gigantesca ciudad. Lo encontró y adoptó una experta en Bolsa del próspero distrito financiero.

Nunca volvió a ser pobre.

Ni feliz.

La avispa


Esto era una avispa sin aguijón. Nació así, sin motivo alguno. Sus padres pensaron:

-¡Qué bien! No podrá picar a nadie y por tanto será la avispa más querida del mundo.

Pero cuando un humano vio un día a la avispa sin aguijón volando frene a su cara, pegó un manotazo y se la cargó.

-¡Por qué ha hecho eso?

-Para que no me picara.

-¡Pero si no tenía aguijón!

-¿De veras? ¿Y cómo iba yo a saberlo?

Moraleja: nunca dejes a un protector de animales solo frente a un león. ¡Je!

Las gallinas


Esto era un gallinero en el que vivían doce gallinas. Un gallo que pasó por allí las miraba entusiasmado y decía, galante:

-¡Estáis para comeros!

Un zorro que lo oyó y también miraba entusiasmado a las doce gallinas, corroboró:

-Lo mismo digo.

En ese momento apareció el dueño del gallinero y les dijo a ambos:

-Solo yo comeré a estas gallinas cuando tenga hambre. ¿Entendido?

Y como el dueño pertenecía a la especie humana, la más comilona de la creación, el zorro se esfumó, mientras el galló se limitaba a decir, crestibajo:

-Bueno, lo mío solo era una metáfora, hombre.

Las gallinas, que hasta entonces no habían piado, cacarearon al unísono:

-¡¡Queremos metáforas!!

El baile


En una corte centroeuropea vivía una vez un príncipe que se iba a casar.

-Tienes que aprender a bailar, porque pronto será tu boda y el baile real no puede celebrarse sin que lo inicies tu –le dijeron un día.

- Vale.

Pero no hubo forma. Aquel príncipe no tenía el menor sentido del ritmo y no conseguían enseñarlo a bailar. Pasaban las semanas, se acercaba la fecha de su boda y en la Corte cundía la desesperación.

-¿Qué hacemos? Es un patoso. Nunca aprenderá a bailar.

-Si me dejáis, yo lo enseñaré –dijo de pronto una de las doncellas de su madre, la reina.

-¿Y cómo lo harás? –le preguntaron.

-Dejadme y veréis.

La dejaron y la doncella fue al encuentro del príncipe.

-¿Sabes jugar al escondite? –le preguntó.

-Cómo no.

-Pues búscame aquí -dijo yéndose a la derecha.

Y cuando él se inclinaba, se fue a la izquierda:

-No, búscame aquí.

Y cuando él iba hacerlo, saltó hacia atrás.

-¿No me encuentras?

Saltó hacia delante y el príncipe, adivinándolo, la siguió. Saltó hacia la derecha y el príncipe la siguió. A la izquierda y lo mismo. Así, una y mil veces. Hasta que la doncella paró y le dijo:

-Muchas gracias, Alteza, por concederme este baile

-¿Baile? ¿Acaso no estábamos jugando?

-El baile, Alteza, no es más que un juego para dos. Y vos desde luego que sabéis jugar.

Y así fue como el príncipe patoso de aquel reino centroeuropeo se acabó convirtiendo en un príncipe bailarín.

Cuento de nunca acabar



BARTOLO

Bartolo tenía una flauta
con un agujero solo,
y su madre le decía:
toca la flauta Bartolo
tenía una flauta
con un agujero solo,
y su madre le decía:
toca la flauta Bartolo
tenía una flauta...

lunes, 21 de marzo de 2011

domingo, 20 de marzo de 2011

Vídeo (english)

¿A ver qué tal lo entiendes?

Vídeo

Cuando termines de ver el vídeo no olvides dejar un comentario para decir si te ha gustado y proponer sugerencias de cosas que te gusten ver en el blog.


sábado, 19 de marzo de 2011

Fábula


LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO

Un buen día, un hombre paseaba por el bosque y se encontró una hermosa gallina.

Se la llevó a su casa y a los pocos días se dio cuenta de que cada día ponía un huevo de oro. Se creyó que dentro del estómago de la gallina habría mucho oro y se haría rico y la mató.

Pero cual fue su sorpresa cuando al abrirla vio que por dentro era igual que las demás gallinas. Resulta que la gallina ponía huevos de oro pero ella no era de oro. De modo que como la había matado se quedó sin la riqueza que la madre naturaleza le había otorgado al dejarle en el bosque la gallina de los huevos de oro.

MORALEJA:

Estad contentos con lo que tenéis y huid de la insaciable codicia.

lunes, 14 de marzo de 2011

Cuento


MÚSICA PARA LAS NUBES

Había una vez un pequeñísimo país castigado por una larga sequía. Llevaba tanto tiempo sin llover que la gente comenzaba a pasar hambre por culpa de las malas cosechas.

Coincidió que en esos mismos días un grupo de músicos cruzaba el lugar tratando de conseguir unas monedas como pago por sus conciertos. Pero con tantos problemas, nadie tenía ganas de música.

- Pero si la música puede ayudar a superar cualquier problema - protestaron los músicos, sin conseguir ni un poquito de atención.

Así que los artistas trataron de descubrir la causa de que no lloviera. Era algo muy extraño, pues el cielo se veía cubierto de nubes, pero nadie supo responderlos. “Lleva así muchos meses, pero ni una sola gota han dejado caer las nubes”, les dijeron.

- No os preocupéis, nosotros traeremos la lluvia a esta tierra - respondieron, e inmediatamente comenzaron a preparar su concierto en la cumbre de la montaña más alta.

Todos los que lo oyeron subieron a la montaña, presa de la curiosidad. Y en cuanto el director de aquella extraña orquesta dio la orden, los músicos empezaron a tocar.

De sus instrumentos salían pequeñas y juguetonas notas musicales, que subían y subían hacia las nubes. Era una música tan saltarina, alegre y divertida, que las simpáticas notas comenzaron a juguetear con las suaves y esponjosas barrigonas de las nubes, y tanto las recorrieron por arriba y por abajo, por aquí y por allá, que se formó un gran remolino de cosquillas, y al poco las gigantescas nubes estaban riendo por medio de grandes truenos.

Los músicos siguieron tocando animadamente y unos minutos más tarde las nubes, llorando de pura risa, dejaron caer su preciosa lluvia sobre el pequeño país, con gran alegría para todos.
Y en recuerdo de aquella lluvia musical, cada habitante aprendió a tocar un instrumento y, por turnos, suben todos los días a la montaña para alegrar a las nubes con sus bellas canciones.

lunes, 28 de febrero de 2011

Cuento

arbol mágico El árbol mágico

Hace mucho mucho tiempo, un niño paseaba por un prado en cuyo centro encontró un árbol con un cartel que decía: soy un árbol encantado, si dices las palabras mágicas, lo verás.

El niño trató de acertar el hechizo, y probó con abracadabra, supercalifragilisticoespialidoso, tan-ta-ta-chán, y muchas otras, pero nada. Rendido, se tiró suplicante, diciendo: "¡¡por favor, arbolito!!", y entonces, se abrió una gran puerta en el árbol. Todo estaba oscuro, menos un cartel que decía: "sigue haciendo magia". Entonces el niño dijo "¡¡Gracias, arbolito!!", y se encendió dentro del árbol una luz que alumbraba un camino hacia una gran montaña de juguetes y chocolate.

El niño pudo llevar a todos sus amigos a aquel árbol y tener la mejor fiesta del mundo, y por eso se dice siempre que "por favor" y "gracias", son las palabras mágicas

Niños con valores




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lunes, 14 de febrero de 2011

CUENTOS CLÁSICOS

Caperucita Roja

Había una vez una niña llamada Caperucita Roja, ya que su abuelita le regaló una caperuza roja. Un día, la mamá de Caperucita la mandó a casa de su abuelita, estaba enferma, para que le llevara en una cesta pan, chocolate, azúcar y dulces. Su mamá le dijo: "no te apartes del camino de siempre, ya que en el bosque hay lobos".

Caperucita iba cantando por el camino que su mamá le había dicho y , de repente, se encontró con el lobo y le dijo: "Caperucita, Caperucita, ¿dónde vas?". "A casa de mi abuelita a llevarle pan, chocolate, azúcar y dulces". "¡Vamos a hacer una carrera! Te dejaré a ti el camino más corto y yo el más largo para darte ventaja." Caperucita aceptó pero ella no sabía que el lobo la había engañado. El lobo llegó antes y se comió a la abuelita.

Cuando ésta llegó, llamó a la puerta: "¿Quién es?", dijo el lobo vestido de abuelita. "Soy yo", dijo Caperucita. "Pasa, pasa nietecita". "Abuelita, qué ojos más grandes tienes", dijo la niña extrañada. "Son para verte mejor". "Abuelita, abuelita, qué orejas tan grandes tienes". "Son para oírte mejor". "Y qué nariz tan grande tienes". "Es para olerte mejor". "Y qué boca tan grande tienes". "¡Es para comerte mejor!".

Caperucita empezó a correr por toda la habitación y el lobo tras ella. Pasaban por allí unos cazadores y al escuchar los gritos se acercaron con sus escopetas. Al ver al lobo le dispararon y sacaron a la abuelita de la barriga del lobo. Así que Caperucita después de este susto no volvió a desobedecer a su mamá. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

FIN